La primera semana de Enero y durante todo el mes a los humanos no ocurre una cosa curiosa (por alguna extraña razón). Esa cosa es que un día, ya sea por el descanso de las vacaciones o por verlo en multitud de sitios, nos levantamos inspirados y con mucha energía. Tan convencidos de nuestro potencial y de las oportunidades que nos brinda este mundo que decides marcar objetivos para el nuevo año.
Puede que el año pasado lo hicieras, puede que este año lo hayas pensado. Lo que está claro es que los humanos nos marcamos dos tipos de objetivos, los que queremos conseguir ya mismo y los que llevan más tiempo conseguir.
Ahora imagínate que es el día idóneo y tu te levantas y decides que vas a marcar tus objetivos o propósitos de año nuevo. En un alarde de imaginación has decidido empezar a salir a correr (corto plazo) y que vas a retomar esa carrera universitaria que abandonaste y de la cual te quedan aún dos años (largo plazo)
Armado con estos dos objetivos y mucha motivación, te sientas para trazar tu plan personal para convertir esos objetivos en realidad.
Tabla de contenidos
El corto plazo frente al largo plazo
Todos sabemos que salir a correr, y menos en Enero, no es lo más divertido del mundo. Seguramente a los 5 minutos si llevas mucho tiempo sin hacer deporte estés sudando la gota gorda. Pero lo bueno que tiene es que cumplir este objetivo no te supondrá mucho esfuerzo, total una vez vestido y en la calle tu mismo puedes decidir si estas 10 min o una hora. Objetivo conseguido.
Pero ¿qué pasa con el largo plazo? Por ejemplo, tomar la decisión de volver a estudiar la carrera que dejaste a medio. Sobre todo si ya estás trabajando necesita de la creación de un plan más elaborado. En cualquier otra decisión que implique largo plazo, ocurrirá lo mismo. Aún así, a diferencia de salir a correr en el largo plazo te encontrarás una multitud de variables, muchas de las cuales estarán completamente fuera de tu control.
La incoherencia al establecer nuestros objetivos
Establecer unos objetivos a principio de año tiene mucho sentido. Pero, en la práctica conseguir implementarlos de manera efectiva supone de un gran trabajo. Es por eso que muy a menudo acabamos dejándolos u olvidándonos pasado un tiempo. Ponemos el listón tan alto o tan bajo que el proceso de establecer nuestras metas se vuelve contraproducente. Acabamos abandonando los objetivos a largo plazo y realizamos los de corto plazo tan rápido que no conseguimos que se conviertan en un hábito.
Llegados hasta aquí debemos hacernos las siguientes preguntas. En un mundo tan cambiante como en el que vivimos. ¿Marcarnos una serie de objetivos es lo que nos hará crecer en el futuro? ¿Son los objetivos suficientes para mantener un estado de motivación?
Mi respuesta a las dos es “NO”, lo verdaderamente importante son los procesos y los sistemas que creamos para poder llegar a conseguir estos objetivos.
Antes de seguir con los procesos y sistemas vamos a ver las formas más comunes de marcar objetivos que se han desarrollado hasta la fecha.
Métodos para establecer tus objetivos de cara al nuevo año
Objetivos S.M.A.R.T
Fueron introducidos en los años 80 y hacen referencia a sus siglas en inglés:
- Specific (específico): Que haga referencia a una tarea concreta y determinada, no nos vale algo abstracto.
- Mensurable (medible): Debemos tener alguna manera de medir la tarea específica y poder determinar si el resultado final se encuentra dentro de lo que esperábamos.
- Achievable (alcanzable): Necesitamos que el objetivo se pueda realizar con las condiciones de las que disponemos en el momento.
- Relevant (Relevante): Haciendo referencia a que los objetivos deben estar alineados con los valores de la persona o empresa y con los objetivos generales que hemos diseñado.
- Time Bound (En un cierto tiempo): Los objetivos deben estar limitados a un tiempo determinado en el que comprobaremos si se han conseguido o no.
Un ejemplo de objetivo smart podría ser:
Aumentar en 30 el número de seguidores en mi newsletter en 30 días, duplicando el número de post semanales en el blog y de tuits en Twitter, para generar más interacción y llegar a más gente.
S: Aumentar el número de suscriptores
M: 30 suscriptores
A: Duplicando el número de post y tuits
R: Para generar más interacción y llegar a más personas.
T: En 30 días
OKRs
OKR Hacen referencia a las siglas en inglés de Objectives and Key Results, que en español traduce como objetivos y resultados clave.
En este caso se definen 3-5 objetivos bastante ambiciosos pero totalmente alcanzables. Una vez definidos debemos tener claros cuáles serán los resultados que nos permitirán alcanzar dicho objetivo. Normalmente marcamos objetivos a 3 meses vista con un checkpoint a mitad para comprobar que vamos por buen camino.
Por último, definimos los KPIs que nos permitirán comprobar que hemos llegado a cumplir los objetivos. Se utiliza una escala de 0% a 100% donde a partir del 70% consideramos que se ha conseguido el objetivo. Como hemos dicho al establecer objetivos ambiciosos conseguir un 70% de estos ya estaríamos logrando un resultado considerable.
Continuando con el mismo ejemplo de antes:
Objetivo: Duplicar el número de suscripciones mensuales.
KR 1: Realizar 24 post en el blog.
KR 2: Optimizar el SEO de los artículos para generar 300 nuevos registros.
KR 3: Implementar un método de gamificación para los suscriptores que recomienden y conseguir 50 recomendaciones.
El objetivo del OKR es definir cómo alcanzar los objetivos a través de acciones concretas, específicas y medibles
Objetivos F.A.S.T.
Parece que esto de las siglas funciona muy bien a la hora de definir nuestros objetivos. Para este caso el Método F.A.S.T hace referencia a Frequently discussed, Ambitious, Specific y Transparent.
Frecuentemente debatidos: Los objetivos son revisados, comprobados y evaluados de manera constante durante todo el proceso.
Ambiciosos: Los objetivos que establecemos deben tener dificultad pero no ser imposibles de cumplir.
Epecíficos: Como en los métodos anteriores, establecer los indicadores y pasos intermedios nos permite visualizar y medir el progreso.
Transparentes: Es lo importante de este método. Para poder conseguir el feedback más honesto y preciso posible, tanto si es dentro de un equipo o a nivel personal.
Utilizando los ejemplos anteriores, se podrían definir reuniones semanales donde debatir el punto donde estamos actualmente para conseguir aumentar nuestros suscriptores y los problemas que estamos teniendo a día de hoy para alcanzarlos.
La clave de este método como podemos ver es la de obtener feedback preciso durante todo el proceso para ir corrigiendo y ajustando hasta llegar a completar nuestro objetivo.
Objetivos BHAGs
Las siglas en este caso no dejan indiferente a nadie: Big, Hairy, Audacious, Goal. Podríamos traducirlo como un objetivo grande, peludo y audaz.
Digamos que es una manera de tener siempre presente en la mente que estamos hablando de un objetivo de difícil consecución. Se utiliza para objetivos a muy largo plazo. Por ejemplo, dónde quieres verte en los próximos 10 a 30 años.
Algunos de los BHAGs más famosos son:
«Organise the world’s information»
Google
«A computer on every desk and in every home»
Microsoft
Objetivos que en el momento que se dijeron parecían una locura pero que se han acabado consiguiendo.
Si tienes claro dónde quieres estar dentro de 30 años puedes marcar puntos intermedios de donde quieres estar dentro de 5, 10 y 20.
Si tu objetivo es, por ejemplo, jubilarte a los 45 años, y para ello faltan 20 años. Seguramente seguir en ese trabajo por cuenta ajena donde cobras un salario y no tienes posibilidades de crecer no sea la solución. Marcarte como objetivo el tener tu negocio propio dentro de 5 años, conseguir facturar X dentro de 10 y vender la empresa dentro de 20, si que puede hacerte conseguir el objetivo.
Si tu objetivo es llegar a alcalde de tu ciudad, tenemos las mismas, ¿en qué punto de tu carrera política deberías estar dentro de 5, 10, 20 años?
¿Qué hago ahora? ¿Qué método elijo para establecer mis objetivos?
Hemos definido distintos métodos dónde encontramos distintos principios.
Corto plazo VS Largo plazo
Medible VS No medible
Publicos y transparentes VS Privados
Flexibles VS Rígidos
Conseguibles VS Aspiraciones
¿Qué método debo utilizar para marcar objetivos objetivos para este nuevo año?. Pero antes de eso quiero que te hagas una pregunta. ¿Son de verdad los objetivos la panacea? ¿puede llegar ser una contradictoria fuente de decepción?
Vamos a verlo rápidamente:
¿Por qué SÍ usar un método para marcar objetivos?
Marcar los objetivos nos permite:
- Focalizar la atención y el esfuerzo sobre algo que queremos conseguir. Nos aleja de tareas irrelevantes.
- Nos da energía. Nos permite aplicar más esfuerzo sobre las tareas que tenemos que realizar.
- Nos hace crear un plan. Desarrollamos estrategias para conseguir llegar a nuestro objetivo.
Podemos verlo de forma intuitiva en este ejemplo. Cuando nos marcamos como objetivo correr una media maratón abrimos nuestro calendario y apuntamos la fecha.
Acaba de comenzar la planificación. Seguimos y nos descargamos un programa de entrenamiento para llegar a la fecha en forma. Empezamos a correr con toda la energía que nos da la motivación de lograr nuestro objetivo. A todo ello se podría sumar la vergüenza de no conseguir el objetivo y tener que enfrentarnos a las burlas de nuestros amigos o familiares.
La suma acaba consiguiendo que quieras conseguir esa gran victoria para tu yo del futuro.
¿Por qué NO usar un método para marcar objetivos?
Se ha demostrado que pasarse la vida marcando objetivos puede llegar a ser contraproducente. Algunas de las evidencias con las que seguro que te has topado alguna vez pueden ser estas:
Los objetivos a corto plazo rivalizan con el progreso a largo plazo: Muchos corredores que se preparan duro durante meses, cuando terminan y cruzan la línea de meta dejan de entrenar. Ya no hay algo que les motive.
Te roban el momento presente: En el fondo sabemos que la felicidad se consigue recorriendo el camino no llegando al destino. Pero, los objetivos pueden hacer que nos olvidemos de ello fácilmente.
Restringen nuestra felicidad: Siempre estás pensando en la felicidad que conseguirás en un momento futuro.
Te juzgas a ti mismo: Cuando los consigues son una gran fuente de motivación. Cuando fallas tienes el riesgo de culparte y considerarte mucho menos de lo que eres realmente.
Como vemos en ocasiones marcar objetivos, sobre todo si son muy ambiciosos, puede acabar convirtiéndose en un arma de doble filo.
¿Cómo solucionamos esto?
El método definitivo para establecer tus objetivos para este nuevo año
Los procesos y los sistemas.
En el libro hábitos atómicos de James Clear (Enlace con referido), el autor habla de cómo podemos definir nuestros propios sistemas para conseguir convertir nuestros objetivos en verdaderos hábitos que nos acompañen durante toda la vida.
Una idea que propone es que si mejorar en un aspecto de tu vida un 1% al día, a final de año serás 37 veces mejor en ello. Pequeños cambios que nos mantienen motivados y nos hacen conseguir nuestros propósitos.
Combina la eficacia de los sistemas y motivación de los objetivos
Esta idea está inspirada en el método utilizado por Khe Hy puedes seguirle en Twitter para muchos consejos sobre productividad.
Lo primero que necesitamos entender es que:
- Un objetivo es binario, medible y tiene un tiempo determinado (Se cumple o no se cumple). Ej: Hacer crecer mi newsletter en 500 suscriptores. Correr la media maratón de valencia en menos de 2h.
- Un proceso objetivo no es binario, cambia con el tiempo y es difícil de medir. Ej. Aprender a realizar reuniones de negocios en inglés. Crear una comunidad comprometida alrededor de mi marca personal. Dar un cambio a mi carrera profesional.
PASO 1: Elegir de 3 a 5 objetivos para el nuevo año.
Cuanto menor el número más nos ayudará a focalizar el esfuerzo y a poder dedicarle suficiente tiempo a cada uno para conseguir resultados ambiciosos.
PASO2: Conviértelos en procesos
Si es posible, una vez elegidos tus objetivos trata de convertirlos a procesos de la siguiente manera:
Hacer crecer mi newsletter en 500 suscriptores. Enviar un correo a la semana durante las próximas 25 semanas.
Correr la media maratón de valencia en menos de 2h. Apuntarme a un club de corredores y salir a correr 4 veces por semana hasta la carrera.
Puedes mantener ocasionalmente un objetivo en vez de proceso en mente como puede ser tu facturación total objetivo para el año. Pero, siempre teniendo en mente los peligros asociados a ello que hemos visto antes. Siempre será mejor definir un proceso por el que llegar a ese objetivo.
PASO 3: Revisar tu progreso de manera regular.
Una vez creados los procesos solo nos faltaría un sistema para revisar que estamos cumpliendo con lo establecido.
¿He sido capaz de enviar el correo semanal que me había propuesto? Si la respuesta es Sí, ¿está surtiendo efecto de cara al objetivo marcado?¿El objetivo de aumentar suscriptores sigue siendo relevante?
Si no he conseguido enviar los correos semanales. ¿Cuáles son los obstáculos que me lo impiden? ¿Puedo buscar ayuda de alguna manera para conseguirlo.
Cada proceso tendrá sus preguntas y es tu deber encontrarlas para poder hacer una buena revisión, semanal, quincenal o mensual.
Y no te preocupes las primeras veces podrás tardar más, pero con la práctica y el tiempo solo te quitarán unos minutos.
Ahora que lo tienes fresco es un momento genial para que te pongas a pensar y diseñar tus sistemas y marcar objetivos para este año. ¡Seguro que dentro de 365 días te alegras de haberlo hecho!
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